sábado, 12 de diciembre de 2009

*** EL CUERPO FUERA***

2ª FASE DEL PROCESO ARTE- TERAPÉUTICO: CONOCER NUESTRO CUERPO
En la clase del miércoles día 9 de diciembre, tuvimos que llevar a clase un rollo de papel contínuo de 2 metros de largo aproximadamente para cada uno, pinturas, rotuladores...
En esta fase del taller se trataba de realizar una geografía de nuestro cuerpo, señalando nuestra historia de la vida, los recorridos que hemos realizado a lo largo de esta. Para esto debíamos dibujar nuestro cuerpo tumbandonos sobre el papel y con la ayuda de un compañero que nos dibujase el contorno. Una vez realizado el contorno de nuestro cuerpo, nos tocaba realizar la parte individual del taller: señalar en nuestro cuerpo con símbolos, colores... Lo que nos gusta, nos disgusta, dónde sentimos o hemos sentido dolor, dónde tenemos cicatrices... Por esto, es preciso que cada uno de nosotros obtengamos un cierto nivel de concentración en nuestro cuerpo.
Esta actividad es muy importante ya que nuestro cuerpo, en este caso lo que se ve, la piel, es el reflejo de todo lo que hemos vivido, podemos tener cicatrices que reflejan que en esa zona en algún momento hemos sentido un cierto grado de dolor, podemos tener arrugas que reflejan el paso del tiempo que hemos vivido...

Cada parte de nuestro cuerpo tiene un significado simbólico. Un grupo de terapéuticos crearon: EL CLUB DE LAS CICATRICES, que pretende crear un cierto grado de empatía entre las mujeres, ya que desde muy pronto, nos empiezan a aparecer cicatrices (nada más nacer la pérdida del ombligo). Estas cicatrices son un rasgo de la vida que nos hace más fuerte, no más débiles como piensan muchos.
A la hora de los reflejos que aparecen en nuestra piel, la sociedad es mucho más severa con las mujeres, ya que "no está bien" que los mujeres tengan arrugas, cicatrices y para ello se deben cuidar más que los hombres, echarse más cremas... Afortunadamente, parece que esto está cambiando y ya no está tan mal visto que las mujeres tengan arrugas, los hombres también se empiezan a cuidar más su piel... Es decir que empieza haber más igualdad en este aspecto.

Una vez explicado un poco el contenido de esta segunda fase del taller, paso a explicar mi experiencia en esta fase. Me pareció una nueva experiencia, el tener que concentrarme en mi cuerpo, para señalar aquellas zonas que han sentido dolor, placer... Es una experiencia nueva que sirve para conocernos a nosotros mismos, ya que no nos preocupamos (o por lo menos yo) en pensar en nuestro cuerpo y las señales que han quedado con el transcurso de mi vida. Me dí cuenta de muchos aspectos de mi cuerpo que antes no me había parado a pensar.
El dibujo de mi cuerpo quedó así (diferencie por colores: ROJO: lo que no me gusta, me duele, me ha dolido... AZUL: aquellas zonas que me gustan de mí...):











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